Si después de los primeros diez tiros (cinco por cada equipo), los mismos siguen empatados, los equipos tirarán un penalti cada uno hasta que se produzca el desempate, esto es conocido como «Muerte súbita». En el Mundial de Suecia de 1958, Argentina debutó contra Alemania Federal, debiendo cambiar por primera vez en su historia el clásico uniforme celeste y blanco a bastones, usando la casaca amarilla del pequeño club IFK Malmö.