Se formó un equipo argentino con una mezcla de jugadores de ligas europeas y locales, que debutó con un empate 1-1 contra Perú, luego venció a Ecuador 3-0, y en semifinales, perdió 1-0 ante un descansado Uruguay, por ser actual campeón, y que eventualmente repetiría título. Pumas dominó de principio a fin el encuentro y desde el minuto 17, con tiro libre de Lorenzo García que le dobló las manos al arquero Ramírez, se puso en ventaja.