En este torneo, la localía del primer partido se decide por sorteo, y en caso de empate se juega un replay con la localía invertida. Al término de las 10 competiciones, el equipo con mayor cantidad de goles gana el partido. Gabriel Batistuta fue el goleador del torneo con seis goles. Previamente, el equipo jugó varios partidos sin buenos resultados, ganando solamente uno de los cinco juegos jugados (a Israel, elegido nuevamente para ser el último rival a contender antes del torneo, como en 1986, desde entonces considerado «cábala»).