Disputó junto a Francia el segundo partido de la historia de los mundiales, y el primer partido para Argentina en el mismo torneo. La defensa argentina se vio completamente doblegada por el ágil jugador franco-africano, quien por instancias lograba superar a los albicelestes con cierta facilidad. El partido finalizó con un empate 1-1. Sergio Agüero puso el 1-0 parcial a los 18 minutos, pero el islandés Alfreð Finnbogason encontró la paridad cuatro minutos más tarde.