Este formato favorecía a los jugadores habilidosos, ya que podían intentar amagues frente al guardameta, como se utiliza habitualmente en la definiciones uno a uno (o mano a mano). En cuartos de final protagonizó un choque contra Brasil; la albiceleste ganaba 2-1 hasta que en el minuto 81, un polémico gol brasileño de Túlio Maravilha que utilizó el antebrazo izquierdo para bajar un centro y concretar el gol bajo la portería de Hernán Cristante decretó el 2-2 parcial.